Un paso
El plástico, una vez aclamado como una innovación notable, se ha convertido en una pesadilla ambiental. Su uso generalizado y su eliminación inadecuada han tenido graves consecuencias para los ecosistemas de todo el mundo. Para una mejor comprensión de cómo funciona, aquí hay un proceso paso a paso por el cual el plástico daña el medio ambiente, brindando datos y estadísticas que ilustran la magnitud de este problema.
El primer paso en el ciclo de vida del plástico comienza con la extracción de combustibles fósiles, principalmente petróleo crudo y gas natural. Estos recursos no renovables se procesan para obtener las materias primas necesarias para la producción de plástico, como el etileno y el propileno. El proceso de extracción contribuye a la contaminación del aire y del agua, y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas exacerban el cambio climático.
Según el Centro de Derecho Ambiental Internacional, aproximadamente el 99% de los plásticos se derivan de combustibles fósiles. Solo en 2020, la industria mundial del plástico emitió 1800 millones de toneladas métricas de equivalentes de CO2, equivalentes a las emisiones de 380 centrales eléctricas de carbón.
Una vez obtenidas las materias primas, se someten a una serie de procesos químicos para producir polímeros plásticos. Se mezclan aditivos como plastificantes, colorantes y estabilizadores para mejorar propiedades específicas. La fase de fabricación consume grandes cantidades de energía y agua, lo que genera un aumento de las emisiones de carbono y escasez de agua.
Los envases de plástico, una de las principales aplicaciones del plástico, han experimentado un crecimiento exponencial a lo largo de los años. Según la Fundación Ellen MacArthur, solo la producción de envases de plástico representó 146 millones de toneladas métricas en 2020, lo que representa aproximadamente el 28 % de todos los desechos plásticos generados a nivel mundial.
El consumo generalizado de productos plásticos, que van desde artículos de un solo uso hasta bienes duraderos, contribuye significativamente a la degradación ambiental. Los plásticos de un solo uso, en particular, se han vuelto omnipresentes, y artículos como bolsas de plástico, pajitas y botellas se desechan después de un solo uso.
El problema radica en la disposición inadecuada de los residuos plásticos. Una parte considerable del plástico acaba en vertederos, donde tarda cientos de años en descomponerse. Además, una cantidad sustancial de desechos plásticos llega a los cuerpos de agua a través de sistemas inadecuados de gestión de desechos, lo que contribuye al problema cada vez mayor de la contaminación plástica marina.
Los impactos ambientales del plástico son de gran alcance y devastadores:
Los océanos se han convertido en un vertedero de desechos plásticos, poniendo en peligro la vida marina. Las estadísticas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revelan que más de 8 millones de toneladas métricas de plástico ingresan a los océanos cada año. Esta contaminación plástica representa una amenaza importante para los animales marinos, ya que a menudo confunden el plástico con comida o se enredan en él.
Los desechos plásticos contaminan el suelo, lixiviando químicos dañinos que pueden dañar la vida vegetal y animal. Además, la contaminación plástica obstaculiza la fertilidad del suelo, lo que afecta la productividad agrícola y la salud del ecosistema.
La incineración de desechos plásticos libera contaminantes tóxicos a la atmósfera, lo que contribuye a la contaminación del aire y agrava aún más las enfermedades respiratorias.
Uno de los aspectos más alarmantes de la contaminación plástica es su longevidad. El plástico tarda cientos de años en degradarse y, aun así, se descompone en fragmentos más pequeños llamados microplásticos. Los microplásticos miden menos de 5 milímetros y ahora están presentes en el medio ambiente, desde las profundidades de los océanos hasta el aire que respiramos. Estas diminutas partículas son ingeridas por organismos a lo largo de la cadena alimentaria, lo que puede suponer un riesgo para la salud humana.
Extracción y producción Fabricación y envasado Consumo y eliminación Impactos ambientales Ecosistemas marinos Contaminación del suelo Contaminación del aire Longevidad y microplásticos